jueves, 16 de agosto de 2012

SOBRE LA CÁMPORA : Cipriano B. Santiago Fariña Politólogo y periodista centroamericano


La Cámpora es una agrupación que responde a Máximo  y que sólo busca  mucho dinero a través de altos y bien remunerados cargos gubernamentales. Nada más alejado de la realidad. La Cámpora, que comenzó a armarse en Olivos cuando Kirchner vivía, es obra y es dirigida desde las sombras por el Rasputín gubernamental, el actual manipulador  Legal y Técnico de la Rosada Carlos Alberto Zannini. 

Máximo Kirchner es el “figuretti” de este grupo, en el que obviamente se anota, pero ni lo dirige, ni ha participado en el armado de su organización ideológica. Solo pone el apellido para la gilada y por idea del propio Zannini, que es quizás el hombre que mas ha avanzado en el armado del modelo kirchnerista, y si bien no es “nyc” de Santa Cruz (nacido y criado) ya que nació en La Docta, creció en la provincia sureña al lado del Lupo, llegando a ser el Presidente del Superior Tribunal y, por ende, el brazo de Kirchner en la Justicia Santacruceña. 

El plan de Zannini no es, repetimos, armar un simple grupo de jóvenes ambiciosos y, en muchos casos, ya resentidos contra los setentistas, noventistas y lo que ellos llaman “La Corpo”, sino copar el poder a través de métodos mamados de su admirado Antonio Gramsci, métodos que entiende son mucho mas efectivos que la “lucha armada” que encararon los jóvenes idealistas de los 70 (muchos de ellos padres de los hoy integrantes de La Cámpora). 
Los bien remunerados salarios y el componente ideológico setentista son sólo ingredientes de un Plan cuidadosamente elaborado, basado en las nuevas corrientes del marxismo -que hoy día bregan por una política gramsciana aggiornada a la realidad del Siglo XXI- y que busca la transformación del kirchnerismo en una Nueva Fuerza , totalmente alejada del peronismo y destinada a gobernar a la Argentina per sécula seculorum. No debemos dejar de destacar la influencia del Foro de San Pablo y sus derivaciones “Bolivarianas”, ingredientes básicos para el armado de este plan. 

Zannini entiende que el ciclo de los Kirchner está agotado, y que hay que lograr imponer un candidato joven y carismático, que suplante a los santacruceños y logre hacer lo que estos no lograron terminar, básicamente por la poca capacidad de La Señora. Cree que la Clase Media, que es el principal obstáculo a superar según la estrategia gramsciana, está en la Argentina ya lista para ser dominada y arrasada pues es quizás una de las más permeables de Latinoamérica al trabajo de demolición que hace años se está encarando: Egoísta, poco patriota, autista e incapaz de reaccionar ante el embate de su Fuerza Camporista. 

Si Zannini y sus muchachos llegaran a tener éxito y coparan el poder, “la democracia” pasará a ser una palabra obsoleta, pues es para ellos un invento burgués que usarán sólo como un arma para encaramarse en el control de la Argentina. 

Mas allá de los jugosos datos que podemos sacar del libro “La Cámpora”, de Laura Di Marco, detallamos acá algunos cargos ya cooptados y nombres para que el lector vaya memorizando y teniéndolos presente para el futuro que se viene: 

EN EL MINISTERIO DE ECONOMÍA: Viceministro Axel Kicillof. 
AMMESA: Juan Manuel Abud la preside y Paula Español -Gerente de Finanzas- lo acompaña (ésta a principios de año había asumido la subsecretaría de Comercio Exterior en reemplazo del “suicidado” Iván Heyn). 

YPF: tiene un manejo a través del mismo Kicillof y funcionarios menores. 

Energía Argentina S.A.: Vicepresidente Ejecutivo: Juan José Carbajales (misión: controlar y esmerilar al ing. Exequiel Espinosa, hombre de De Vido). 

Augusto Costa, subsecretario de Coordinación Económica; 

Mauro Tanos, titular del Fondo de Capital Social (Foncap); 

Nicolás Arceo, subsecretario de Planificación Económica, 

Emanuel Agis, subsecretario de Programación Macroeconómica. Estos últimos dos colaboran además con Kicillof en YPF. Donde Arceo seguirá al frente de la dirección económico financiera de la empresa, una forma de limitar el poder del gerente general Miguel Galuccio. 

EN EL MINISTERIO DE JUSTICIA 

Viceministro: Julián Álvarez. 

Subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial, Franco Picardi; 

Director del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Eduardo Hortel (conocido también por ser el líder de la murga “Los Negros de Mierda”) 
Subsecretario de Coordinación y Control de Gestión Registral, Ernesto Kreplak 

Director del Registro Nacional de Armas: Matías Molle 

Directora del Registro Automotor: Marina Aballay 

Funcionario en Derechos Humanos: Martín “Ñato” Fresneda 

En Inspección General de Justicia (IGJ) que supervisa las sociedades comerciales, La Cámpora ubicó a Norberto Carlos Vernier. 

EN OTRAS ÁREAS 

En Planificación Federal: vicepresidencia de Argentina Satelital, ocupada por Guillermo Rus. 

La dirección del Correo Argentino, a cargo de Verónica Piesciorovski, pareja de un colaborador de Ottavis, Juan Manuel Pignocco. 

ONAB. Organismo Nacional de Administración de Bienes, (responsable del inmobiliario estatal de todo el país) colocaron como Gerente General a Martín Reibel Maier, santacruceño de Río Gallegos y amigo de Máximo. Va a manejar los terrenos fiscales que se utilizarán para el audaz Plan de Viviendas anunciado por la Presidenta con bombos y platillos. 

Obviamente, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde. 

ÁMBITO LEGISLATIVO 
En realidad, no les interesa demasiado en estos momentos avanzar sobre este ámbito, ya que lo que puede darles fuerza son los cargos electivos y no los de simples “asesores”. Cuentan, no obstante, con varios pesos pesados ya elegidos: 

a) los diputados nacionales Eduardo “Wado” De Pedro y Andrés “El Cuervo” Larroque; 

b) el vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense, José Ottavis, 

c) el jefe de la bancada kirchnerista en la Legislatura porteña, Juan Cabandié. 

Hay muchos nombres más para señalar, pero lo básico está aquí expuesto. Los burgueses -léase clase media- argentinos no vislumbran lo que esta gente está preparando, y cuando quieran reaccionar ya estarán sometidos. 

Veamos un poco las bases del plan gramsciano que surge del Foro de San Pablo y que se está denunciado hace años como instrumentado en Venezuela con el apoyo de Cuba. Leamos abajo con detenimiento el trabajo de Viviana Padelín, escrito hace ya más de un año, y preguntémonos si no es aplicable a la Argentina. Si la respuesta es sí, lamentablemente estamos ya en el horno y poco tiempo queda para reaccionar. 


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